Batalla en las ruinas: Desarrollo.

Tras haber realizado un pre-informe de una batalla, como fue Batalla en las ruinas, aquí os traigo la 2º parte, la batalla ya desarrollada, esta batalla fue realizada con las reglas de Skirmish, de las que ya hablaré otro día.
Espero que los disfruten.


Los Grandes espaderos avanzaban a zancadas, aprovechando su superioridad numérica, eran dirigidos con valor por el mago Hoffer. él cual ansiaba acabar con el vampiro. Pero sabía, que lo tendrá difícil en un combate de magia, con un vampiro de tanto nivel.


Los Skaven, se colocaban estratégicamente, parapetándose entre unos muros y las ruinas, para proteger al vampiro. Ese era el trato, sacarle de ahí con vida, por una buena recompensa. El vampiro estaba tranquilo, sabía que si las ratas le daban tiempo, podría resucitar a muchos muertos y ganar la batalla o poder escapar de ahí con éxito.

Por el otro lado, la caballería conducida por el Sacerdote sigmarita cabalga con rapidez, para realizar una carga brutal, que acabara con todas esas bestias que se veían.

Cuando llegaron los caballeros, la carga fue parada por los enemigos, y sus grandes bestias, las dos ratas ogro hicieron muchos destrozos y el Varghulf mató de un golpe al Sacerdote. Los nobles estaban algo asustados, nunca habían sido reprimidos en una carga de esa manera.




El combate era muy duro, los caballeros aguantaban en sus monturas, mientras las criaturas los golpeaban y apuñalaban por todos los lados, sus armaduras eran abolladas con cada golpe y muchos no sabían ya ni donde estaba su escudo. Pronto fueron cayendo uno a uno y los pocos que sobrevivían eran rodeados tanto por no muertos, como por skavens.



El señor de la guerra se movilizó hasta allí para machacar a sus victimas y como un escolta, el vampiro lo seguía. No sentía miedo, pero no quería arriesgar su inmortal vida, más que lo necesario. Mientras tanto, el vampiro cada poco tiempo intentaba resucitar algún muerto, para que rodeasen a los agotados caballeros.






Cuando los caballeros habían sido diezmados, la infantería imperial llegó, entraron con mucha fuerza a través de las ruinas, rodeando a los enemigos y arrinconándolos. Pero pronto se pusieron a la defensiva, al ver a las ratas ogro y al Varghulf se acercaban hacia ellos y también muchos zombis. Los zombis crearon el terror en la moral de las tropas humanas, debido a que por muchos disparos o cortes que les dieran no acababan con ellos y aparecían más.

El Varghulf vio al mago que iba dirigiendo a las tropas como podía, dentro de ese caos que se había producido, sin formación ni orden, los soldados entraban por las ruinas y salían algunos corriendo acobardados, otros no volvían...


Los grandes espaderos omitieron su miedo y fueron a la ayuda de sus compañeros, que se encontraban al otro lado. Pero llegaron demasiado tarde, aun así, siguieron lanzando estocadas a los muertos que les cerraban el paso.

El señor de la guerra fue a rematar a las victimas del Varghulf, esta bestia había captado la atención del líder rátido, ya que despedazaba a las victimas con una fuerza y potencia, pocas veces vista. Mientras degollaba a un cadáver humano, se le venía a la cabeza la idea de tener una bestia tan magnifica en su ejército. 

Pronto dejó de soñar, cuando el vampiro silbó a la bestia y esta dejó el cadáver que estaba mordisqueando. La bestia vampírica reaccionó a la mirada del vampiro y fue hacia el mago. La rata estaba fascinada, con una especie de poder mental había podido ordenar a la bestia, eso seria fantástico para él, si pudiese usar a sus estúpidos esbirros de esa manera.


Dejó esa idea, para acabar con un arcabucero que estaba en su camino. Bajó el arcabuz con su espada y con la lanza le clavó la cuchilla en el rostro. Después continúo acuchillando al humano, que ya no reaccionaba a los ataques.

El Varghulf realizó un placaje al mago y lo derribó del caballo, el anciano mago intento ponerse de pie, pero la bestia le agarró con dureza el cuello. Empezó a apretar y el humano dejó de respirar cuando sonó un crujido. La criatura lanzó el cuerpo a otro lado y fue a por más victimas.




En la otra zona del combate el vampiro había atravesado las ruinas para cargar contra los pocos humanos que quedaban. Pero después de ver que las ratas ogro hacían bien su trabajo, se retiró de esa zona, para esconderse detrás de las ruinas.
Cuando se sentó encima de un cadáver, el vampiro agotado por tanta adrenalina gastada, necesitaba chupar algo de sangre y descansar un tiempo. Pero un humano se había empeñado en que eso no fuese así y que su descanso fuese eterno. Un gran espadero salio de detrás de las ruinas y apuñaló al vampiro por la espalda, el vampiro gritó rabiosamente y se incorporó como pudo, para parar la siguiente estocada.


El señor de la guerra oyó el grito y acudió rápido con sus guerreros del clan, después de ver al vampiro desangrándose, los skavens atacaron sin piedad al humano, que fue rodeado y apuñalado hasta la muerte.

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