La ciudad Franca vuelve a latir!, sus calles son sus arterias, su gente los globulos rojos, que le dan el oxígeno para poder respirar y seguir latiendo con intensidad. Esta ciudad fortaleza guarda en su interior, el espíritu de un pueblo libre. Además un desorden ordenado se ha establecido dentro de sus muros como forma de vida.
Un grupo de milicianos, intentan imponer la justicia y el respeto dentro de la ciudad, pese a que tienen a media ciudad en su contra. Como los gremios de ladrones, que intentan abrirse paso por las callejuelas de la ciudad a cualquier coste, imponiendo su ley por encima de cualquier otra.
Las calles de Cadwallon ocultan intrigas, tesoros, desilusiones e ilusiones, todo lo que un aventurero con valor quiera esperar de una última batalla. Ya que posiblemente si se adentra algún forastero solitario en las calles de Cadwallon, será acosado por cualquier gremio, su cuerpo acabará tirado en alguna calle importante, con el cuerpo lleno de rajas producidas por ataques poco ortodoxos, inimaginables.
Gracias a toda esta violencia acumulada, muchos burgueses y gente interesada en que algún tipo duro que realice un trabajo sucio, se aproximan a la ciudad en busca de rufianes y maleantes con los que puedan formar una banda y llevar acabo su cometida. En la ciudad aguardan humanos de todas las regiones del mundo de Aarklash, otras razas: como elfos,enanos y algún que otro personaje maligno que no se le invitó pero que consiguió entrar.
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