Experiencia montando una asociación desde cero (Dragones del Norte)

 

 

Dragones del Norte

Desde hace meses soy socio de una asociación de wargames, es la primera vez que participo dentro de una y para mí era todo diferente, ya que todos los contactos que tuve con asociaciones o clubs fueron como invitado, por lo que quería narraros un poco la experiencia que he vivido y que estoy viviendo.

Por un lado el mundo de los clubs o asociaciones siempre lo vi como algo muy serio y de gente comprometida, la cual participaría en ese lugar durante muchos años, como un ente que no se movería. Pero a la hora de hablar con gente que había organizado varias asociaciones a lo largo de muchos años me di cuenta de que una asociación es algo dinámico y muy vivo, si no…se acaba muriendo con el tiempo.

En nuestro caso, sabíamos que teníamos limitaciones de encontrar jugadores de wargames que se apuntaran debido a que es una población en el norte de Madrid donde hay mucha competencia en la capital. Por ello planteamos un proyecto pequeño, que pudiéramos manejarlo y si no funcionaba no arruinarnos por el camino.

Llegue de rebote a un grupo de jugadores que llevaba un tiempo moviendo la idea de montar una asociación, para mí era una ilusión desde adolescente y me emocioné con el proyecto por lo que lo apoyé con energía desde el inicio. Esto generó que me implicara mucho y acabara aportando esfuerzo y recursos económicos como el que más.

Nuestro grupo de soñadores formó un núcleo duro de personas que estábamos comprometida y que nos implicaríamos más que el resto de socios desde el inicio, esto hizo que desembolsáramos una cantidad respetable de dinero a fondo perdido para pagar los gastos del alquiler del local, junto a algo de mobiliario básico.

Una vez teníamos la idea de montar la asociación, decidimos buscar un local pequeño para tener un grupo reducido de gente que creíamos que podríamos llegar, de 30 a 35 personas sería lo ideal para nosotros, con eso cubriríamos gastos y tendríamos variedad de jugadores para tener vidilla de juegos. La gente puede pensar que son pocos jugadores, pero cuesta mucho conseguir juntar tanta gente en una población friki tan desperdigada, la mayoría de las veces la mejor promoción es el boca a boca y ese proceso es lento.

 
Conseguido el reto de obtener un local modesto y acogedor la mejor idea para empezar fue no aumentar el gasto usando material donado, material prestado y todo lo que no costara ni un duro. Como mucho desembolso de mesas del Leroy Meril que no costaran mucho o alguna estantería barata.


Los meses fueron cubriendo las estanterías y las paredes de materiales, fue algo orgánico e ilusionante como se implicó el pequeño grupo que iba aportando lo que tenía por casa y con buenas ideas para ir mejorando. Con la confianza y la camaraderia vinieron los primeros eventos que organizamos entre nosotros.

 
Se empezaron a hacer los primeros torneillos, talleres de pintura, quedadas, el calendario era algo importante y la mejor manera era tener una aplicación que cuadrara las reservas de las mesas. Estamos en ello, pero de momento hemos funcionado por métodos rudimentarios desde nuestra comunidad que nos permite sobrevivir sin peleas por las mesas.

Al final la idea de tener un entorno acogedor donde la gente no solo va a jugar, si no que se pasa a saludar o va a pintar miniaturas, montar escenografía, etc...Hace que sea un centro de ocio muy interesante para nosotros. Creo que esto es lo más importante, tener nuestro espacio, que lo tenemos que financiar nosotros mismos pero que merece la pena, ya que los espacios públicos son limitados y tienen horarios que bloquean cualquier actividad que dure todo el día. 

Tener nuestro propio espacio nos ha permitido improvisar partidas temáticas de varias mesas, torneos, talleres o lo que queramos. Nos da la libertad de almacenar escenografía de varios tipos de juegos, tener unas cuantas mesas para poder juntarnos varios en un mismo día y eso ha sido todo un logro que no nos lo creíamos cuando empezamos a idear la posibilidad de tener un local propio.

 
Después de meses disfrutando de buena compañía, muchas partidas que he podido jugar e incluso torneos que hacía muchos años que no jugaba. Estamos en el momento de inflexión, si seguimos creciendo quizás tengamos que extendernos a otro local más grande, pedir algún espacio público si realizamos eventos más multitudinarios o estudiar nuevas formas de financiarnos para no tener cuotas de socios muy costosas.

Todo esto ha sido una carrera de fondo, que ha tenido su éxito por la constancia de unos socios que querían tener su espacio y disfrutarlo, pero por el camino hemos tenido que lidiar con los procesos lentos burocráticos, las cuentas que no salían, un entorno fuera del local que a veces ha dado problemas para que realizáramos nuestras actividades…

Aun así, todos esos sin sabores se quedan en anécdotas cuando pienso en las grandes tardes jugando, charlando e intercambiando anécdotas mientras pintábamos miniaturas y mejorábamos en todos los aspectos del hobby. En mi caso ha sido muy grato ver que me motivaba mejorar las fotografías que hacía para este blog y para el Instagram de la asociación, por lo que he intentado cuidar la calidad de todas las imágenes que subo este año.

 

Veremos que nos depara el futuro, pero de momento una cosa la tengo clara, más y más partidas, de eso estoy seguro.

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