Batalla en las ruinas: Final.

Después de desarrollar la batalla de las ruinas, os traigo la última entrega de esta peculiar escaramuza, que dio muchas vueltas y acabo con un final que muchos de los implicados no esperaban.

Después de derrotar a todos los humanos, el vampiro se recuperó un poco mientras, se saciaba de sangre de los enemigos. Cuando acabó, atrajo a sus zombis cerca de él y le hizo una señal a su fiel Varghulf, este empezó a atacar a una rata ogro que tenía al lado. El señor de la guerra skaven no daba crédito: ¡Me ha mentido ese sucio cosa-muerta!-dijo el skaven con rabia.


Los skavens se lanzaron a la carga, en respuesta del imprevisto ataque. El guerrero skaven que acompañaba al líder ratido, fue abatido por los zombis por un golpe seco que lo noqueo y después sus rivales, lo machacaron lentamente.


En el otro lado, las poderosas y gigantes ratas ogro, entablaban un fiero combate con el Varghulf. Esta batalla de titanes, hacía resonar el suelo con cada embestida nueva. Mientras, el señor de las bestias intentaba dirigirlos, para acabar con la poderosa bestia.


El señor de la guerra skaven, aniquiló con rapidez a los dos zombis que se interponían en su paso y corrió en busca del vampiro traidor. Pero cuando llegó al sitio donde pensaba que estaría, no lo encontró, lo vio al fondo luchando contra otro guerrero del clan, con el que acabó de un golpe certero y sin esfuerzos.
El señor de la guerra se estaba poniendo nervioso, veía que lo iban a matar y esa idea le daba escalofríos, se le erizó la cola al ver a los tres criaturas gigantes luchar entre si.



Pronto cayó el último zombi, que deambulaba por ahí entre medias del combate y esto distrajo al Varghulf, ya que un garfio atravesó el pecho de la bestia. La rata ogro había conseguido abrir su guardia y poner fin a la pelea. Pero confiadas las ratas monstruosas, fueron sorprendidas por las últimas fuerzas del Varghulf, que mordió rabiosamente el cuello de una de ellas, produciéndola una herida terrible que la dejó en el suelo sufriendo entre gritos.


El vampiro saltó desde las ruinas y descuartizó los cuerpos de las ratas ogro, en un alarde de velocidad, precisión y violencia concentrada a lo largo de décadas de práctica. El ser inmortal se quedo solo, esperando la llegada de su enemigo más fiero y el único que podría darle algún problema.


Cuando se presento el señor de la guerra skaven, cargo rabiosamente contra el, sabia que si luchaba sin el factor sorpresa contra el vampiro, no podría contarlo. Pero ni el factor sorpresa le libro de recibir una estocada que le partió la armadura en dos y le dejo desangrándose en el suelo. 


El vampiro se acercó hacia la rata, que intentaba huir, pese a estar paralizada por el miedo y cuando elevó la espada para clavársela, el señor de las bestias apareció, para salvar a su líder.
Este había estado escondido detrás del muro mientras los dos héroes se enfrentaban, pero había decidido ayudar a su maestro, para ser recompensado mas tarde. Desgraciadamente para el, la única recompensa que recibió fue el quitarle el arma al vampiro con su látigo, pero este le golpe brutalmente, hasta machacarlo en el suelo.
Cuando el vampiro estaba en su frenesí, golpeando a la rata, el héroe skaven atravesó con su lanza el cuerpo del "inmortal", el cual cayó y fue castigado por mas cuchilladas, ya que el skaven no se fiaba de que esa bestia inhumana hubiese muerto del todo.

Finalmente, el skaven levanto a su esbirro y al ver que aun estaba vivo, le ordenó que llevase sus pertenencias, el señor de las bestias sonrió. Por lo menos había sobrevivido en esta ocasión y podría devolvérsela algún día.

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