Tras noches trabajando, en un momento de respiro me puse a ojear
una WD de hace muchos años porque quería leer un artículo de Mordheim que tenía
olvidado, para mi sorpresa aparte de agradarme el articulo entero, pude reírme
bastante con un peculiar párrafo que decía lo siguiente:
“¿Quién vive? ¡Cubra la lámpara, la luz me da directamente a
los ojos!
¿Qué quien soy yo? Me temo que no lo sé. Hace mucho, mucho
tiempo era conocido como “Diseñador de Juegos”, pero eso fue mucho antes de mi encarcelamiento.
Ahora no soy más que un escriba sin nombre, encerrado en esta fría tumba que
pasa todos sus días en la más siniestra oscuridad, escribiendo extrañas reglas
y describiendo los misteriosos habitantes de la Ciudad Maldita. La luna, que
parece no cambia jamás, es mi única fuente de luz. Y las ratas, que a veces se
acercan demasiado, son mi único sustento.”
Extraído de la WD 54.
Mi imaginación se disparó tras leer estas líneas,
lo que hizo que me diera por pensar...Seguramente que muchos hemos olvidado
quienes fueron los creadores o diseñadores de las reglas nuestros wargames
favoritos, ya que como en la Edad Media se esconden bajo un nombre (marca) que
es un todo y lo único que hace es llevarse los méritos. Bien, pero muchos de
estos creadores o diseñadores han estado pasando horas y horas para que muchos
de nosotros disfrutasemos de un juego, pero muchos de ellos son olvidados en el anonimato
o nunca son conocidos, a diferencia de sus jefes.
Esta situación cambia en empresas pequeñas
o proyectos personales, donde es visible el creador, pero esto no se da en las
grandes empresas, donde pueden encumbrar a un artista un día y al día siguiente
despedirlo para esconder después su legado. Por ello quería poner aquí mi
granito de arena, porque sí que es verdad que muchos hemos disfrutado añadiendo
pequeñas reglas de la casa a juegos para mejorarlos, pero las estructuras de
las reglas son las que nos han permitido disfrutar a lo grande, por ello quería
hacer esta "entrada tributo".
Tributo para ellos, para los que tuvieron
la ilusión, para los que se desmigajaron el cerebro para conseguir algo
coherente, algo jugable y en definitiva algo que pudiese disfrutar más gente.
Muchos de ellos han cedido sus derechos de autor, han cedido hasta el nombre
para que pusieran el de otro, pero creo pensar que a fin de cuentas, la
victoria ha sido del diseñador al ver su producto en las tiendas, terminado y en
formato físico.
A mí personalmente me parece un buen
ejercicio de memoria, recordar todos los sistemas que he probado y pensar con cuántos
de ellos he podido disfrutar mucho, creo que me quedaría con algo menos de
media docena de ellos, pero creo que los que me han llegado a gustar me han
parecido sistemas muy buenos y sobre todo para los pioneros, algo bastante difícil
de desarrollar casi desde 0.
En fin, creo que la falta de sueño me han
dejado tocado, uno siempre cree que ha vivido mucho, pero es bueno sorprenderse
y recordar que no, está bien pensar en lo que tenemos al rededor y el esfuerzo que
ha costado hacerse cada cosa que nos rodea. Por lo tanto, mi mejor tributo para
estos solitarios goblins es que siga usando sus reglas y disfrutando con ellas como
cuando salieron, que es algo que hago con mucho gusto.
Totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarJuegos como Mordheim respiran amor a lo que se está haciendo, no sólo por las reglas, si no por el trasfondo que las acompaña.
Yo ahora estoy con In Her Majesty's Name.
Larga vida a los creadores de juegos!!!
Como bien dices, tanto las campañas como la ambientacion son lo que da la vida a un juego y lo que los hace eternos segun lo jueguen los jugadores, no las marcas o el consumo. Espero que disfrutes de IHMN, yo le tengo ganas jeje.
EliminarUn saludo.