Final del torneo de Arcavia: Alquimistas vs Grifos

Por fin llega la fecha, el momento de la verdad, la última etapa de la aventura, los dos finalistas se verán la cara para demostrar quién es el mejor equipo del Torneo de Arcavia. Los Alquimistas de Dirz se verán las caras finalmente con sus enemigos los Grifos de Akkylania, una escaramuza brutal, con dos bandas muy distintas, unos pasándolo mal desde el principio y otros arrasando en cada combate.

Tras tomar asiento, un miembro prestigioso dentro de los negocios en la ciudad, el barón goblin Piel Oscura (llamado de forma cariñosa por los akkylanios por sus pecas negras), algunos miembros de las baronías de Alahan y los representantes de Cadwallon, se dispusieron a observar el Foso, el ambiente y sobretodo el griterío de la gente del público. Después de muchos combates, los aficionados locales estaban deseosos de ver a los Grifos machacar a sus archi enemigos los Alquimistas, los cuales habían accedido al torneo bajo sobornos a ciertas personas influyentes de Cadwallon, algo que no se pudo demostrar...

Hoy era el día, el día de la venganza, el día de mandar un mensaje a la facción de Dirz, por lo que a la hora de salir los soldados Grifos, todo el mundo se tomó un momento de silencio, en forma de respeto mantuvieron el silencio en la grada del Foso, para que se oyese el solemne paso de los caballeros y sus armaduras. Sin embargo, la salida de los Alquimistas fue ruidosa, intimidatoria y violenta, mucha gente lanzaba fruta podrida a los clones, los cuales ignoraban a esa muchedumbre la cual era controlada como podía por una guardia bastante desmotivada en esa tarea...Todo el mundo quería ver muertos a esos clones.

El disparo dio comienzo a la escaramuza, los Grifos se lanzaron al ataque, sin embargo los clones mantuvieron la distancia, hasta que estuvieron cerca para cargar a los enloquecidos akkylanios, los cuales habían perdido el raciocinio y solo querían matar, su furia guerrera nublaba la mente de los templarios y el Inquisidor hacia lo posible por seguir su ritmo.

Pronto el Inquisidor se topó de lleno con el personaje que menos quería enfrentarse de todo el grupo rival, el poderoso clon Kerati, la figura ensombreció su vista, su gigantesca alabarda produjo un ruido que erizó los pelos del humano, el cual paró el primer golpe como pudo. A su lado un templario golpeaba el pequeño escudo de un clon de Dirz sin ceder ni un segundo su nivel de intensidad. 

En el otro lado los clones habían rodeado al templario, el cual se defendía como podía, hasta que un disparo cercano impactó en el costado de un guerrero del Alba, el cual cedió un poco y se alejó del enfrentamiento. El fusilero no paraba de buscar objetivos para poder ayudar a sus aliados.

Después de un minuto golpeándose unos a otros, los dos clones habían caído y pese a que los combates se veían decididos casi en favor a los Grifos, el líder Inquisidor había sido machacado de un solo golpe por la potente fuerza del Kerati, el cual había dejado su pecho abierto casi en canal, dejándolo medio muerto. El fusilero sin embargo había disparado al ballestero de Dirz, pero el clon se había escondido bien y solo había acertado al hombro, dejándole ligeramente herido, por lo que pudo seguir respondiendo a su rival.

Tras otro rato golpeándose unos a otros, las armaduras no pararon todos los golpes y dos malas acciones de los Templarios costaron sus vidas, una tras ser envenenado por el arma del clon Belisario , para que luego el guerrero del Alba decapitase al cuerpo que se encontraba de rodillas y tembloroso. En el otro lado, el Kerati no había tenido compasión y después de dos golpes acertados, sus rivales habían caído, el Templario decapitado y su líder atravesado brutalmente por la gigantesca alabarda, solo quedaba el fusilero...

Como si de una caza se tratase, los clones se dirigieron hacia el asustado fusilero, el cual no paraba de disparar y una vez cerca uso su fusil como si de un palo se tratase, zarandeando el arma consiguió golpear en la cabeza al Kerati, el cual perdió el casco, pero solo enfureció más al clon drogado y fuera de sí. La gente no paraba de gritar, querían que parase la matanza, pero nadie podía hacer nada, así era el juego, daba igual los sentimientos, la moral o tus pecados frente a algún dios, cualquiera que pisara el Foso sabia a lo que se exponía...

El combate había acabado con la cabeza del fusilero lanzada con fuerza hacia el palco del Foso, los aristócratas se habían enfurecido, era un hecho inmoral, una falta de respeto hacia los organizadores, pero eso daba igual ya, los Alquimistas habían ganado, otra vez sin perder a ningún clon y se habían ganado al publico de Cadwallon, ya que allí todo vale...Un miembro del ejército Grifo miró con desaprobación la matanza desde una azotea.

“Esto no quedaría aquí, los soldados del equipo... serian entrenados de nuevo para mejorar.”-pensó con rabia para sus adentros.