Con un grito sordo supieron los Semielfos que era el turno
de su combate, un combate que tendría mucha repercusión en sus vidas y las de
sus hermanos de raza, los Semielfos deseaban llegar a Cadwallon para
reivindicarse, para demostrar que eran validos y no unos simples parias
sociales. Aun así la tarea era complicada, deberían derrotar primero al
complicado equipo Alquimista, los cuales eran temidos y respetados por el resto
de rivales.
En el calabozo de la mazmorra donde aguardaban los
participantes, los gemelos ambidiestros aguardaban tranquilamente mientras
afilaban sus espadas cortas, pero el guerrero de sangre, más joven e impaciente
rozaba los barrotes del calabozo con una de sus cuchillas. Los dos Semielfos
adultos lo miraban con orgullo, un Semielfo más que había podido sobrevivir
hasta su edad y se había convertido en todo un luchador excelente, pero sabían que
su impaciencia podría acabar con él.
Pasado un rato, un muerto viviente se acerco a la celda, en
su rostro demacrado se pudo ver lo que parecía una sonrisa, su mueca fue
acompañada de unas palabras duras de entender por el tono grave de su voz: “Vuestro
turno ha llegado”. Una vez salieron al Foso pudieron ver que el cielo estaba
oscuro y un tono rojizo lo arropaba de fondo, la arena estaba empapada de
sangre y se encontraban muchos restos de cadáveres por el suelo, no se habían molestado
en limpiar los anteriores combates…
Por otro lado, los Alquimistas estaban tranquilos, eran
clones y no sentían ninguna presión, se encomendaban
al azar de su señor Dirz, el único era el Vicario, algo impaciente ya que quería
probar su invocación, quería ver si conseguía traer al combate un inmortal y
sorprender a sus compañeros.
Una vez se pusieron los dos equipos frente a frente en la
arena, sus futuros ya estaban decididos, sus vidas tenían los minutos contados…Ambos se
pusieron en posición de ataque. La señal llegó y el combate empezó.
El Vicario invocó con éxito a la Ira tenebre, la cual apareció
a su lado, algo confusa, pero pronto empuño su espada con rabia y un par de
señas de su invocador permitieron que entendiese que tenía que hacer. Por lo
que se preparó para cargar junto al Alquimista.
La vanguardia de Dirz estaba compuesta por los dos Danakil,
estos guerreros eran la elite y sus espadas hacha serian peligrosas, aun que
los Semielfos estaban tranquilos, confiaban en sus habilidades marciales que permitirían
acabar pronto con sus rivales. Ambos
grupos se acercaron, se encontraban cerca de empezar a cargar, la tensión era
visible, sus manos agarraron con fuerza las armas y esperaron el momento.
Antes de que los Semielfos fuesen a cargar, un hechicero
entre las sombras realizó un conjuro, el conjuro intentaba bloquear a los
Semielfos, pero su inteligencia impidió que se completase, aun así no pudieron
evitar la dura carga de los Danakil. El combate había llegado, un intercambio
de golpes comenzó a oírse entre los participantes que se encontraban en el
Foso.
Pronto llegaron el Vicario y la Ira para dar apoyo a los
Alquimistas, pero el Hibrido que se encontraba a lo lejos no acertaba ningún disparo,
su frustración iba creciendo…En el lado de los combates, los Semielfos combatían
con relajación, su nivel de combate era altísimo y se permitían el lujo de no
devolver los contraataques.
Con el paso del os minutos una combinación de golpes perfectos
hirieron a algunos Alquimistas, eso dio alas a los Semielfos, lo que hizo
precipitarse al joven guerrero de sangre y acabar ensartado por la espada hacha
del Danakil, lo que vino a continuación lo vio uno de los gemelos y no pudo
hacer nada para evitar lo previsto…El Alquimista arrastró su arma y acabó degollando al Semielfo.
Esto no hundió a los Semielfos que seguían defendiéndose de
todos los ataques, pero algo cambio a su favor, otro personaje oculto entre las
sombras ordenó una descarga de virotes hacia los luchadores, los Semielfos se
agacharon a tiempo, pero los Alquimistas sufrieron todos los impactos. El
resultado fue desastroso, los Danakil fueron heridos gravemente al igual que el
Vicario que se retiró hacia atrás para no recibir más ataques y la Ira murió desapareciendo
en una nube de humo negro.
Los supervivientes fueron sentenciados por los gemelos y el
Hibrido se preparó para el final, los Semielfos rodearon a su última víctima
como hienas…El equipo Alquimista había sido arrasado por unos míseros
Semielfos, algo inexplicable, pero la destreza de estos magníficos
guerreros acompañado de alguna ayuda
hizo que no fueran un rival a batir en ningún momento.
Desde la tribuna el Alquimista que presenciaba todo el espectáculo
cerró el puño con rabia, algo había fallado en su plan, ya no tendría dos
equipos en Cadwallon, esto suponía un duro revés en su plan, pero no estaba
acabado aun, podía seguir adelante…Su rostro
enfurecido se escondía del resto de invitados detrás una máscara
inexpresiva.
Finalmente el equipo de los hijos sin Padre Semielfo había derrotado
a los Sirvientes del Laboratorio de Dirz, esto daba paso a otro nuevo
clasificado y solo quedaba un último combate para mostrar quien serían los
afortunados en continuar combatiendo y sobretodo tener una plaza para
participar en el torneo de Cadwallon.
Buuuuuh tongooooo ! Iban a ganar los Alquimistas clarísimamente!!
ResponderEliminarEn este torneo estan pasando cosas muy extrañas...Parece que hay poderes ocultos detras de toda esta manipulacion, ya se vera quien maneja los hilos desde la oscuridad ;)
EliminarPues la verdad que gracias a esa "ayuda" porque si no..lo tenian complicado
ResponderEliminarTienes razon, ha sido la ayudita la que ha dado la sorpresa, si hubiese sido un combate sin "trampas" los Alquimistas habrian tenido mas posibilidades de ganar a unos Semielfos que hicieron mas de lo que esperaban ellos mismos. Veremos que consiguen hacer tanto en la semifinal como en el torneo de Cadwallon que ya estan clasificados.
EliminarUn saludo.