Campaña Tarux: choque de armaduras (Lobos Espaciales vs Templarios Negros)

Los lobos descendieron de los cielos en el planeta verde y la información llegó a un grupo de batalla de los Templarios Negros que andaban por la zona, el castellano Krauss accedió a llegar a la zona de llegada que tenían los hermanos astartes y darles un cálido saludo, aunque fuesen salvajes era una gran ayuda para limpiar el planeta de Orkos. Aunque los templarios desconocían el motivo de la llegada de sus compañeros marines.

La bota de uno de los lobos espaciales piso un suelo húmedo que se hundió con el peso de aquel superhumano, olía fuerte, no llevaba casco, los pelos de su cabeza no habían sido lavados en mucho tiempo y estaban tiesos con un color negro brillante, miro al rededor mientras el vaho salía de su boca, el lobo siguió a sus hermanos y se lanzó a una carga infinita, sin plan alguno los astartes corrieron al unísono a en una misma dirección. Al frente estaba el jefe de batalla, un miembro respetado de las garras sangrientas llamado Jorgen, la carrera no cedió ni un segundo mientras atravesaban el frondoso bosque.

Krauss posicionó a sus hermanos de batalla a lo largo de puntos diferentes para hacer una cobertura en caso de que sufrieran una emboscada orka, todo para poder tener un encuentro agradable y seguro con sus hermanos. Estaba algo nervioso, llevaba siglos sin ver a un lobo espacial y sabía que eran difíciles de tratar, realmente su salvajismo estúpido le producía bastante asco, unos individuos que no tenían un fin como la cruzada eterna no servían para mucho según su criterio.

De repente los lobos espaciales salieron de la nada atacando a los templarios negros, disparos por todas los partes, rompieron el cerco de los templarios, los astartes que esperaban la llegada no sabían que hacer, si responder al fuego o no, ya que podría ser un fallo de fuego aliado...Pero todo se aclaró en cuestión de segundos cuando no pararon de disparar y atacaron directamente a los marines con armaduras negras.

Rápidamente los exterminadores templarios fueron rodeados por un grupo de garras sangrientas, la sangría estaba asegurada, pero la unidad no era suficiente para derrotar a unos veteranos con armaduras de exterminador por lo que Jorgen apareció flanqueándolos por la retaguardia y poder ayudar a sus hombres dando espadazos con su espada gélida.

Jorgen salivaba con la idea de oler la primera sangre, el siempre tenía que ser el primero en derramar la primera sangre para demostrar a sus hermanos garras sangrientas que era el más valeroso guerrero, por lo que su carga fue acelerando un poco más según iba acercándose a las espaldas de sus rivales. El pelo largo volaba hacia atrás mientras que restos de saliva se pegaban a su cara como un caballo desbocado en una carrera desesperada, su rostro pronto estaría llena de suciedad y sangre, le encantaba esa idea y sobre todo ser un gran sirviente al Rey Lobo.

Mientras que los garras sangrientas rodeaban a los exterminadores, Krauss corrió para ayudar a los templarios, el castellano lanzó golpes brutales al aire mientras disparaba su bolter continuamente de manera desesperada. La situación no le gustaba, había cambiado todo radicalmente y sus astartes estaban repartidos por diferentes sitios, estando rodeados y siendo cazados por lobos, las noticias que se escuchaban por su trasmisor no eran nada buenas.

 

En un entorno más alejado, un grupo de iniciados templarios cargó ferozmente contra los lobos espaciales, el combate se tornó brutal, la sangre, los cortes y los disparos a quemarropa hacían que muchos marines espaciales lucharan mal heridos sin ceder ni un metro de terreno. Cualquier humano normal estaría muerto o gravemente herido, pero los marines gracias a sus cuerpos potenciados y la armadura de ceramita aguantaban cortes brutales, golpes y disparos de bolter. 

Mientras todos estos combates se producían, los cazadores grises junto al dreadnought mantenían a raya a otros grupos desperdigados de templarios negros que les era difícil avanzar debido a la cantidad de disparos procedentes de estas unidades de lobos. Las respuestas de disparos de algunos templarios eran tímidas y estaban buscando opciones diferentes para avanzar más que para lanzarse frontalmente a lo que sería una ejecución segura, sin poder ayudar a sus hermanos.

La brutalidad siguió a los combatientes, los exterminadores liquidaban uno a uno a los garras sangrientas con bastante facilidad, los aplastaban con sus puños de combate, los disparaban con sus bolters de asalto a quemarropa, pero los lobos no cesaban en sus ganas de aniquilar a sus enemigos, como si estuvieran poseídos por un frenesí. Pero de nada sirvió, tanto el castellano como el líder de los garras sangrientas habían sido gravemente heridos y solo quedaban unos pocos lobos en esa parte del frente para intentar matar a todos los exterminadores que quedaban en pie. 

 

Ensangrentado, Krauss se alzó en una piedra mientras veía la situación que iba quedando, organizó una retirada táctica, pese a que sus astartes estaban aniquilando a los lobos espaciales, pero el líder templario sabía que debía parar la sangría si quería volver a la base y recuperar efectivos. Todos los templarios negros acataron rápidamente las ordenes que eran enviadas por los trasmisores de sus cascos y recogieron a los heridos mientras disparaban sus potentes bolters para ahuyentar a los lobos espaciales.

Algunos de los cazadores grises pararon los pies a los garras sangrientas para que no persiguieran a los templarios negros que huían y les instaron a rematar a los enemigos que yacían en el campo de batalla, mientras ellos revisaban que hermanos lobos habían sido abatidos y cuales estaban heridos aún. 

El bosque estaba lleno de árboles caídos por los disparos de bolter, los empujones entre marines que habían partido troncos enormes y sobre todo había balas, sangre y agua de la lluvia por todos los lados, algunos gritos que hacían erizar el pelo a cualquiera procedentes de los heridos sonaban de vez en cuando para romper el sonido de la lluvia. Los lobos espaciales con sus armaduras grisáceas habían decidido llegar a aquel planeta para cazar Orkos o lo que hubiera, pero viendo que los Templarios Negros se iban a llevar toda la gloria, decidieron quitarlos del camino, ningún astartes quedaría por encima de los hijos de Fenris, pero la caza no había hecho más que empezar.

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