Adom: la rutina

Los tres mercenarios estaban aburridos en la oficina, ya habían pasado dos semanas desde que filtraron la información que trajo Sigericó de Adom III , Alarik decidió pasarla a los medios de bulos que había en la ciudad colmena y la noticia de la muerte del líder religioso saltó como la pólvora, todo el mundo dio credibilidad a la noticia pese a que las pictografías eran de una calidad pésima y lejanas. Cuando un timbrazo rompió la rutina, los tres se incorporaron y fueron casi corriendo hacia la puerta de la oficina, el "Adom Rojo", pensaban que sería un nuevo cliente, un nuevo trabajo que pagara las facturas, pero no... No había nadie tras la mirilla, pero en cuestión de segundos una bola de fuego sacudió a la fachada del edificio destartalado. Un bomba de fuego ardió unos segundos hasta que el metal dejó de hacer de conducción. Tras el ataque se sucedieron disparos sobre la puerta, las armas automáticas rebotaban con rabia en su objetivo, pero no atravesaron el grueso blind